… los sueños pueden cumplirse!

He estado un tiempo en silencio, y ahora te explico el porqué.

Hace unos meses una musa, de belleza extraordinaria, llamó a mi puerta, y yo, sorprendida e incluso algo asustada, la dejé entrar. No me voy a entretener en hacerte una descripción de su belleza, no quiero aburrirte, pero sobretodo no quiero romper con el factor sorpresa para cuando venga a visitarte a ti.

Mientras entraba, algo en mí hizo que cogiera mi portátil y dejara mis dedos reposando encima de las letras del teclado, sabía que debía esperar el siguiente paso. Mi musa me dejó hacer tranquilamente. Cuando acabé, ella se acercó a mi oído y suavemente empezó a susurrarme palabras, que yo fui escribiendo. Después de esa mágica experiencia, mi musa decidió abandonarme para regresar al día siguiente, cosa que yo no supe hasta un día después. En ese momento, sentada como estaba delante de la pantalla del ordenador, me sentía exhausta y pletórica a partes iguales. Cansada como si hubiera corrido algunos quilómetros y contenta porque había sido una experiencia inigualable a cualquiera que me hubiera ocurrido anteriormente. Después de escuchar un rato a mis emociones y, de respirar profundamente para recuperar algo de normalidad en mi ritmo, vi que el documento que antes estaba en blanco, ahora eran cinco páginas llenas de palabras. Sin perder ni un segundo más, y sintiéndome de repente muy ansiosa, me puse a leer todo aquello. Al principio aparecía un diálogo donde alguien le hablaba a otro alguien. Ese otro alguien después respondía, y después un tercero, con voz en off narraba algo más.  Con el frío típico que queda después de una difícil despedida, y en contraste con el calor que aporta un subidón de algo muy bueno, me encontraba yo, en pleno mes de agosto, sin saber si coger una chaqueta o bañarme en la piscina… Necesité rato y más rato para recuperarme de aquel estado en el que me encontraba, supongo sería correcto llamarlo ‘estado de shock’. Necesitaba compartirlo con alguien, necesitaba una explicación a aquella nueva experiencia, y lo más importante necesitaba saber si había sido algo puntual o por el contrario volvería a repetirse. Con la urgencia del que necesita agua cuando tiene sed, no me quedó otra que tener paciencia y esperar al día siguiente, ya que aquella tarde estuvo vacía de voces y caricias mágicas.

Tuvieron que pasar varios días, y llenar muchas páginas con palabras para acabar descubriendo que lo que había iniciado un día de forma espontánea y mágica, no era otra cosa que mi primera novela.

¿Qué te ha parecido esta historia? No es fantasía, no es ficción… ¡Es la pura realidad de mi vida! Con unos añitos ya vividos, de repente la vida me ofrece la oportunidad de llevar uno de mis mayores sueños adelante: escribir un libro.

Desde ahora te digo que soy una persona más de los miles de millones que existimos. No he destacado jamás académicamente hablando, y además he tenido la mala, malísima suerte de tener algún profesor casposo, que me dio de todo, hasta pereza… pero nunca me dio ánimos. (Y hasta aquí, porque si sigo por este camino me meto en otros temas un pelín más peliagudos, y…).

La vida es complicada para todos. Quizá hay personas que tienen un golpe de suerte, pero al final de sus caminos, seguro que también han tenido que luchar. Y, es que sin lucha no hay cumplimiento de sueños. ¡Ohhhh! ¿Triste verdad?

Mira, igual que en el título reivindico que no te vendan motos porque los sueños sí se cumplen, también te digo que sin lucha, constancia, perseverancia y sobre todo (aunque parezca absurdo indicarlo) sin sueños, no es posible que se cumplan.

Pero, ¡WARNING!  Antes de escoger qué sueño perseguir, deberíamos ser conscientes de nuestros talentos y de nuestras debilidades. Estaría bien hacer un DAFO personal que nos ayude a tomar una decisión u otra. Aunque quizá eso es demasiado PRO, si hacerlo te va a resultar una valla difícil de saltar, no lo hagas…

Y ahora sí, una lista de cosas que debes tener en cuenta SIEMPRE para perseguir tus sueños y alcanzarlos:

1.- FALTA DE NUESTRA QUERIDA AUTOESTIMA: sin ella difícilmente creeremos en nosotros mismos. Qui-é-re-te, bésate, abrázate, mírate al espejo y sonríele a esa imagen que te devuelve.

2.- GENTE CHUNGA A NUESTRO ALREDEDOR: quítatela de encima cuanto antes. Las personas tóxicas no nos suman, nos restan. Y: ‘más vale solo que mal acompañado’

3.- PASA DE LA ENVIDIA COMO SI FUERA EL MISMISIMO DIABLO: y lamentablemente la envidia es un puto virus que nunca muere.

4.- NO NECESITES QUE SEAN LOS DEMÁS QUIENES CREAN EN TI: lo único que importa es lo que piensas tú de ti mismo/a. ¡Hazme caso!

Mira, creo que tenía sobre los dieciocho cuando me compré una ‘peazo’ de libreta en blanco, tipo diario, y empecé a escribir una historia que tenía un rollito muy divertido, pero que abandoné al cabo de poco. Todavía recuerdo de qué iba e incluso el título que le quería poner. Sin embargo, bien por la edad, bien por mi baja autoestima en aquel momento, o bien porque nadie hubiera dado un duro por mí, o por todo junto, aquello quedó en nada. También escribía poesía libre, es decir con métrica inventada, pero cuando empecé filología hispánica y estudié a los grandes, tomé la decisión de dejar de escribir poesía a mi manera. Y así poco a poco me fui por otros caminos, aprendiendo otras cosas, especializándome en otras áreas, y abandonando una de mis pasiones: escribir. ¡Craso error!

En la actualidad, y después de unos años de reflexión, he llegado a la conclusión de que lo importante es perseguir tus sueños, o al menos uno de ellos. Pero debemos escucharnos porque si no lo hacemos, ¿Quién lo hará?

Que no te vendan motos, los sueños si se persiguen, se es persistente y realista, se pueden cumplir, y si no que me lo digan a mí.

Cada uno necesita de un tiempo, no todos hemos nacido con las ideas tan claras. Todavía flipo cuando un/a peque te dice claramente a qué se quiere dedicar y cuando crece lo hace, ¡ualaaaa!!!! Qué nivel Maribel. Yo, sin embargo con más de cuarenta todavía creo que igual mañana me vuelvo a reinventar, porque nunca es tarde si la dicha es buena, y si nos equivocamos pues a volverlo a intentar, en fin… nada que seguro tú no sepas.