
HOY HE SOÑADO
HOY HE SOÑADO CONTIGO!
Era una mañana cualquiera de cualquier domingo de invierno. Había salido el sol, y el calor hacía de ti hoy nuestro destino. Después de un desayuno perezoso, y unas charlas sin trascendencia, empezábamos a vestirnos, escogiendo la ropa para nuestra cita de invierno, ropa bonita pero cómoda, como sé que a ti te gusta.
Nos montábamos en el coche, nadie se quedaba en casa, y recorríamos unos pocos quilómetros, esos que ahora nos separan. Al llegar a una de tus playas, por fin podía de nuevo verte y dejarme embriagar por tu perfume, pasear por tus arenas y contemplarte.
Me he despertado y no estabas a mi lado, habíamos pasado un momento juntos, pero ya te has marchado. Te echo de menos. Espero soñar de nuevo contigo.
HOY HE SOÑADO CONTIGO!
Era primavera, y los rayos de sol cada día calentaban más nuestras almas, esa mañana no llovía. El olor a mojado que han dejado los días de lluvia despierta de nuevo mis ganas de verte. Me visto, ropa cómoda de nuevo, pero esta vez, sin tantas capas, el sol se encargará de abrigarme esta mañana. Volvemos a montarnos en el coche, y a recorrer esos quilómetros que nos separan. Cuando llegamos, y te veo, mi corazón late de emoción, nunca se cansa. Me recibes brillando con tus olas cabalgando, de nuevo felices de encontrarnos.
Pero mi sueño de nuevo se ha acabado, y no estás a mi lado, volvimos a pasar un buen rato, pero te has marchado. Te echo de menos. Mi respiración se está cortando.
HOY HE SOÑADO CONTIGO!
El verano ya había llegado. Y con él el calor que nos iba calentando. Ahora nuestras citas se habían multiplicado. Atrás quedaron los días de espera. Ahora nuestro amor se veía culminado, y con tus aguas apagabas mi calor, y con tu olor alegrabas mi corazón. Había días que el calor hacía que sintiera pereza por verte, pero recordaba la energía que me das cuando te siento, y volvía una vez más a tus brazos abiertos.
De nuevo me he despertado, y no es verano, ni estás a mi lado. Sigo echándote de menos, sigo soñando con volver a tu lado.
HOY HE SOÑADO CONTIGO!
Estaba mirando por la ventana, con mi café en las manos, viendo como las hojas de los árboles se iban cayendo. Volvía a ser domingo, pero esta vez era otoño, y quería seguir contigo, ya las citas se estaban espaciando, y no podía verte tanto. Pero hoy volvía a vestirme para acudir a nuestra cita, de manera cómoda como a ti te gusta. Hoy, hasta mi coche estaba más contento pues sabía que salvaríamos la distancia que nos separaba. Tú eres nuestro destino preferido. Volveremos a distanciar nuestras quedadas, volverán a pasar días hasta que nos veamos, ya no me abrazarás como en verano, pero seguiremos en contacto.
Y, sí, me he despertado!. Y es primavera y no otoño, y la naturaleza ha despertado, pero la alegría que sentía otros años se está apagando, porque ahora estoy encarcelada , y no te tengo a mi lado. Te sigo añorando.
HOY HE SOÑADO CONTIGO!
No sé ni en que estación del año vivo, pero sí sé que quiero estar contigo. Como excusa me tomo prestado algún rato de mi tiempo, y con unas bambas voy corriendo a verte y olerte de nuevo.
Eres aquello que hace que las penas sean menos, y las alegrías más.
Eres aquello que busco. Si mi destino de vida fuera otro, jamás entendería vivirlo sin tenerte a mí lado.
Y ahora en estos días… Mi alma se muere de pena. Te necesito y te busco, tu olor no me llega, y mis ojos de lágrimas se llenan. Necesito de ti, y no puedo ir a verte, no me dejan…
Seguro estarás triste, preguntándote dónde estoy, pues sin ningún aviso, no voy a verte. Un mensaje te envío, en el silencio, cuando a la gaviota le explico el porqué de mi ausencia.
Espero verte pronto, mientras tanto, ¡sigue brillando! y nunca pienses que no volveré a tu lado, pues cuando este estado acabe, correré para verte, olerte y sentirte, y dejaré que tus abrazos vuelvan a abrigarme para siempre!
Hoy he soñado contigo y necesito verte…
¡A TI MAR!
Este retal obviamente no es un retal… Es más bien una oda ‘libre’ al mar.
Soy una amante del mar, y durante, para mí, demasiado tiempo no pude verlo. Eso sucedió en el confinamiento que vivimos esta pasada primavera, que seguro todos recordaremos y jamás olvidaremos. Un día sentí verdadera opresión en todo mi ser, creía que no resistiría no poder ver el mar durante tanto tiempo. En cuanto nos dejaron algo libres, mi primera parada fue ir a verlo. Desnudé mis pies y los bañé en sus arenas y aguas. Fue uno de los momentos más alegres de mi vida. A veces, los pequeños momentos son los que nos hacen más felices.
¡Abrazacos virtutales para ti!